En este post voy a seguir compartiendo mi experiencia con un proyecto en la que el proveedor del software utiliza metodología ágil para su desarrollo (ver Trabajar ‘ágil’ cambiará tu vida y ¿Cómo se define el alcance de un proyecto ágil?)
Hoy me centro en el control del presupuesto.
Hay dos momentos fundamentales en el control del presupuesto de un proyecto: la fijación del presupuesto y el seguimiento y control. Ninguna de estas dos actividades es evidente en un proyecto con metodología ágil.
Las empresas de desarrollo con metodologías ágiles prefieren facturar de acuerdo con las horas dedicadas a las tareas por los diferentes recursos del proyecto. Que está muy bien cuando hay una relación de confianza con el cliente que ‘se fía’ de la productividad del equipo de desarrollo. Y también tiene sentido si el proyecto se desarrolla priorizando más el cumplimiento de requerimientos y velocidad de desarrollo, y no es tan importante ceñirse a un presupuesto fijo.
Sin embargo, las metodologías ágiles no son buenas para estimaciones de costes de un proyecto, y asimismo, los jefes de proyecto no cuentan con las suficientes evidencias para la comprobación del gasto debido a la poca documentación generada y por la falta de seguimiento en el gasto de los recursos.
No he encontrado una forma fácil de mejorar esta situación. Después de más de un año trabajando con mi proveedor ágil, intentamos lo siguiente. Para fases bien definidas de desarrollo del proyecto, les exijo que estimen un precio cerrado. Para el resto de actividades, me hacen resúmenes mensuales de horas de los diferentes recursos. Pero al final, nos hemos tenido que sentar a negociar sobrecostes en dos momentos del año, porque algunos meses las facturas se disparaban muy por encima de lo esperado.
Recientemente hemos incorporado otro proveedor al proyecto, que también utiliza metodología ágil en sus desarrollos, pero de cara a mi cliente, nos ofrecen precios fijos para las diferentes fases del contrato. Todavía está por ver si para final de año no tendremos también que negociar costes, pero de momento, Estoy encantada de haber vuelto al método tradicional y predecible. Ya te contaré.
Y recuerda … trabajar ágil … cambiará tu vida